jueves, 27 de enero de 2011

Declaración por el 4 de febrero de 1976.



Hace 35 años la crisis internacional causada por la Misión Shackleton alcanzó su punto crítico cuando por orden presidencial, el destructor ARA Almirante Storni acompañado por un avión Neptune ordenó al buque de exploración pirata que navegaba a 78 millas al sur de Puerto Argentino, RSS Shackleton: Detenga sus máquinas o abriré fuego. Por orden del gobernador de Malvinas el buque no detuvo su máquina e hizo proa al entonces llamado Puerto Stanley. El Storni efectuó varios disparos sobre su proa y junto al avión naval, lo escoltaron hasta que hizo su ingreso a puerto.

El 22 de octubre del año anterior se había advertido a Gran Bretaña que no se autorizaba la Misión Shackleton.
El 3 de enero (casualidad?) Lord Shackleton arribó al archipiélago abordo del HMS Endurance.
El 13 de enero el canciller Aráuz Castex expulsó al embajador británico antes su respuesta de que ellos hacían lo que querían en el Atlántico Sur, luego de esto renunció y fue reemplazado por el canciller Quijano.

La Organización de los Estados Americanos sostuvo que la exploración del potencial económico de las Islas constituía una amenaza a la seguridad hemisférica y el 16 de enero, el Comité Jurídico Interamericano de la OEA declaró en Río de Janeiro que la Argentina tenía un inobjetable derecho de soberanía sobre las Islas Malvinas. Calificó a la misión Shackleton como una "innovación unilateral" que violaba las Resoluciones de las Naciones Unidas 2.065 (XX) y 3.160 (XXVIII) y que amenazaba la paz internacional y la de toda América Latina; por último, que todas esas acciones implicaban un esfuerzo hostil para silenciar los reclamos argentinos y obstaculizar el progreso de las negociaciones solicitadas por la Asamblea General.

Luego del incidente del 4 de febrero, y de las correspondientes protestas en el Consejo de Seguridad de la ONU, el canciller Quijano, afirmó: “el centro de nuestra discusión es soberanía. No podemos avanzar y si el Reino Unido no desea discutir el este tema nosotros no podemos tratar los otros temas. Por supuesto que estamos muy interesados en la cooperación económica y las comunicaciones, pero sin soberanía estos son temas mucho más periféricos”.

Como colorario de lo narrado, el 17 de marzo de 1976, a iniciativa de la Señora Presidente de la Nación, el Congreso reunido tanto el oficialismo como la oposición acordaron que la misión Shackleton fue un atentado para con nuestra soberanía por lo que había que tomar cartas en el asunto de dos formas:

-1- Se desconocería o replantaría que su Majestad Británica arbitre entre Argentina y Chile: pues esta disposición la propició el gobierno de facto de Agustín Lanusse, el cual carecía de autoridad democrática para tomar tamaña resolución.

-2- Se citaba al Canciller inglés a resolver la cuestión de Malvinas, en reunión del Congreso “A puertas cerradas” so pena de ruptura total de relaciones internacionales con Gran Bretaña.

Una semana después se iniciaba el capítulo más trágico de nuestra historia como Nación.

Este 4 de febrero rendimos homenaje a aquel puñado de patriotas que hasta el último minuto sostuvieron la dignidad de nuestro pueblo y para que su coraje nos guíe en la recuperación definitiva de la integridad territorial, la independencia económica y la justicia social.

MALVINAS VOLVEREMOS. VIVA LA PATRIA.

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