lunes, 26 de noviembre de 2012

Las cadenas de la Vuelta de Obligado en el siglo XXI


Bloqueo de cruceros turísticos a Malvinas. Ley Gaucho Rivero. 16 millones de dólares de saqueo. 
Grupo Cóndor. Resistencia. MPR Quebracho.
Toni López, 011 62920651



El bloqueo al saqueo de los recursos naturales en Malvinas es irreversible
Cuando los dos primeros cruceros con miles de turistas cancelaron su recalada en el archipiélago usurpado, algunos recordaron que al cerrarse la temporada 2011/12 se les impidió amarrar a los buques Star Princess y Adonia en el puerto de Ushuaia.  En aquel momento la  reacción por parte de un sector local, que resultó perjudicado económicamente por la aplicación de la ley Gaucho Rivero, fue negativa.
La ley de bloqueo a los buques que realicen actividades de exploración o explotación de recursos naturales (pesca,  petróleo y turismo)  en las Malvinas nació en los puertos, con piquetes, movilizaciones y declaraciones de repudio que incluyeron a intendentes y concejos deliberantes.  Inmediatamente después de votada en Tierra del Fuego, proyectos similares se presentaron y aprobaron en Santa Cruz y Chubut. Hoy también alcanza a las provincias de Río Negro y Buenos Aires, y, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,  se encuentra en la etapa de expresión popular del rechazo a los ingleses para  luego institucionalizarla, porque si bien el puerto de Buenos Aires pertenece a la Nación, una ley podría prohibir sino el amarre, el abastecimiento. La frontera de la Ley Gaucho Rivero no se marca en el canal de Beagle, como fue el 27 de febrero. Hoy esa misma ley pelea en el Río de la Plata.
                        

En febrero 2011 Ushuaia sufrió un perjuicio parcial, no sólo los cruceros mencionados hicieron su escala en Punta Arenas, además el Balmoral, que venía del Pacífico, viró e hizo rumbo norte. Hoy los armadores están advertidos:  deben escoger entre los puertos del continente suramericano o la usurpación británica de Falkland, como ellos llaman a nuestras islas Malvinas. Y algunos ya tomaron la decisión sin dudar. Porque no sólo les ofrecemos navegar y recalar sin importar que vengan bajo la bandera imperial del Reino Unido por la capital del Tango (Buenos Aires), el puerto de las ballenas (Madryn) y la ciudad del Fin del Mundo (Ushuaia), también saben que esta última escala es ineludible para cruzar a la Antártida. Y, al ser advertidos de la vigencia de la ley antes de dirigirse a Malvinas, tienen la posibilidad de modificar sus recorridos. Así, la  compañía no pierde  dinero y los servidores locales tampoco. Los únicos perjudicados son los que usufructúan los recursos naturales de un territorio ocupado militarmente por una potencia extra continental.  Y ya no se discute que el turismo es una forma de explotación similar a la pesca y los hidrocarburos, actividades que han sido acotadas y denunciadas en los foros internacionales por la República Argentina.


En 2004, el presidente Néstor Kirchner prohibió los vuelos charter a Malvinas, en 2007 denunció los acuerdos de 1995 de cooperación "carnal" en pesca y petróleo con el Reino Unido  y en 2010, como secretario de la Unasur, pidió que se declare bandera pirata a la del territorio británico de ultramar Falkland Island, resolución que Suramérica acompañó en diciembre de 2011 cuando los argentinos, con la expulsión de la flotilla petrolera inglesa de los puertos de Mar del Plata,  Ensenada, Comodoro Rivadavia, Puerto Deseado y Río Grande; y la sanción de la Ley Gaucho Rivero en las provincias patagónicas,  demostramos que "no hay punto final para Malvinas". Esa solidaridad militante de la Región  permitió, en sólo dos años de patriadas, que los buques y plataformas petroleras, los pesqueros y los buques militares con destino a Malvinas, ya no puedan amarrar en los puertos de Chile, Uruguay y Brasil, y tampoco en Perú, Ecuador, Venezuela  y Centroamérica.


¿Por qué la Ley Gaucho Rivero se aplicó seis meses después de haber sido sancionada?¿Por qué el buque inglés Stena Polaris cargó petróleo por cuenta de YPF en Río Grande?¿Por qué hubo cruceros que ya zarparon o vinieron de Malvinas desde el inicio de esta temporada?  Porque una ley que nació como mandato popular sólo se garantiza con movilización popular.  El bloqueo al Star Princess y Adonia se realizó el 27 de febrero porque un piquete de dirigentes gremiales y sociales; y malvineros se presentó en el muelle de Ushuaia con la tinta aún fresca de la declaración de Ushuaia por Malvinas -  realizada por las comisiones de relaciones exteriores de las Cámaras de Diputados y Senadores junto al poder ejecutivo provincial-. El Stena Polaris, contratado con anterioridad por el lobby de British Petroleum en la recién recuperada YPF (poseían el 42% de las acciones de Repsol) fue apoyado por la gobernadora Ríos, pero sufrió el boicot de la Confederación de Trabajadores de Transportes, denuncias y escraches y el caso terminó con el compromiso de YPF de no volver a contratar buques de bandera británica. Los agentes marítimos (representantes) de las empresas de cruceros que hubieran dejado en Malvinas 16 millones de dólares como resultado de sus actividades ilegales, fueron conminados a respetar las leyes provinciales  o atenerse a las consecuencias  y ya  han decidido. Porque la propuesta británica de responder con la suspensión de las escalas en la Argentina es tan absurda como ridícula al ignorar que se enfrentan a esta Suramérica unida y no dominada, que fue cofundada por el patriota Néstor Kirchner, su primer presidente en 200 años.


No se equivocan los analistas británicos  y cipayos cuando adjudican esta "guerra económica"-que nosotros preferimos llamar legítima y pacífica defensa de los pueblos libres ante la prepotencia militar imperialista- a la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al boicot a la bandera inglesa o pirata de los trabajadores marítimos, portuarios y del transporte, y a unas leyes provinciales… Desde el santuario de Itatí, pasando por la Basílica de Luján y hasta Ushuaia, la Presidenta despliega las banderas argentinas que 18 jóvenes militantes plantaron en Malvinas en 1966. Como Rivero, los Cóndores no fueron juzgados en las Islas Malvinas ni en Gran Bretaña y los años de cárcel que algunos de ellos pasaron en Tierra del Fuego hoy son actos jurídicos que apoyan nuestro derecho. El boicot de nuestros trabajadores del transporte causa pérdidas enormes a los piratas y es apoyado por los mismos proletarios británicos. Los 16 millones de dólares que asumieron como posible pérdida ante la cancelación de los cruceros no es más que la declaración de parte que releva de prueba. Como en 1845, un pueblo casi sin armas, sin medios pero con razón, se enfrenta a la potencia marítima más poderosa de la Tierra, cumpliendo con la cláusula transitoria de nuestra Constitución. Estas son las cadenas de la Vuelta de Obligado del siglo XXI.


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Publicado por Blogger para Una patriada por Malvinas el 11/26/2012 08:50:00 p.m.


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