sábado, 15 de diciembre de 2012

La Ley Gaucho Rivero no tiene espíritu ni intenciones, tiene letra.



La Ley Gaucho Rivero no tiene espíritu ni intenciones, tiene letra.
Espíritu tenía aquel gaucho entrerriano, joven y analfabeto, pastor y esquilador de ovejas. Él presenció el atropello de los norteamericanos de la fragata Lexington en 1831. Resistió el secuestro de los pobladores en 1833. Un 26 de agosto se rebeló y, a pesar de ver caer y entregarse a algunos de sus compañeros, y de ser traicionado por otros, no se rindió. Fue capturado en 1834, conducido prisionero a Londres, liberado sin condena en Montevideo años después y murió peleando contra el mismo enemigo, en 1845, en la Vuelta de Obligado. Fue este espíritu el que guió a los 18 militantes peronistas que -en 1966- durante la dictadura de Onganía secuestraron un avión y plantaron siete banderas azules y blancas en las islas. Mientras tuvieron bajo control lo que hoy se llama Puerto Stanley, lo bautizaron Puerto Rivero. Patriotas como aquellos que lucharon en 1982 y que en 2011 rechazaron la presencia de una flotilla petrolera británica de los puertos desde  Ensenada hasta Río Grande. Como los legisladores de Tierra del Fuego,  Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Buenos Aires que sancionaron las leyes provinciales de defensa contra el saqueo de los recursos naturales en la Cuenca de Malvinas. Aquello que defendimos con facón y boleadoras, con cadenas y cañones, con fusiles y pelotas hoy -con las armas de la democracia y la Constitución- lo protegemos con la ley Gaucho Rivero.
Intenciones tienen los que van al infierno. Los que disfrazan su discurso,  mienten y conspiran para evitar que se siga cumpliendo la Ley Gaucho Rivero. Los que quieren negar que los buques petroleros y pesqueros y militares con destino a Malvinas ya no pueden amarrar en los puertos de Suramérica porque, a pedido del primer presidente de la Patria Grande en 200 años, volvieron a ser considerados piratas. Los que argumentan que los cruceros de turismo no abastecen a los usurpadores, no les aportan 16 millones de dólares por temporada ni  participan, por lo tanto, del saqueo. Los que intentan confundir las cancelaciones por la crisis europea con el costo de la defensa de lo nuestro. Los que detrás de sus personerías, inclusive de ex soldados, dicen que la ley se extralimitó, que así no fue pensada, que con la pesca y los hidrocarburos ya está bien. Los que sabiendo que las leyes provinciales estaban en plena vigencia siguieron vendiendo pasajes y servicios para una actividad prohibida desde el Río de la Plata hasta la Tierra del Fuego porque “alguien les guiñó el ojo y les dijo que la ley no se iba a cumplir”. Los que quieren resumir la defensa de la soberanía del pueblo y de la patria al cálculo de ganancias y pérdidas divido por cuánto: ¿Por 649, por 30.000, por los fusilados de la patagonia rebelde y los bombardeados de Plaza de Mayo? Sus argumentos son tan británicos como la mugre de los calzones de la reina y hieden como los pedos de Margaret  Thatcher. Son obscenos.
La ley tiene letra y en su letra dice: “se prohíbe el amarre, abastecimiento o actividades logísticas de buques de bandera inglesa o de conveniencia, buques militares, que realicen tareas de exploración o explotación de recursos naturales, en la Cuenca de las Islas Malvinas, sobre la plataforma continental argentina”.
La gobernadora Fabiana Ríos asumió la responsabilidad por la aplicación de la Ley en TDF y la reafirmó con un decreto reglamentario. El ministro del interior Florencio Randazzo, durante la vigilia del 2 de Abril en Río Grande, expresó que la Ley Gaucho Rivero es “una herramienta de defensa de la soberanía nacional”. La embajadora Alicia Castro, citada en Londres por la diplomacia pirata el lunes 3 de diciembre afirmó: “las leyes de cabotaje marítimo entre las Islas Malvinas y el continente son la legítima defensa de las provincias contra el saqueo de los recursos naturales. En vez de protestar y hacerme perder el tiempo, deberían aceptar las resoluciones de las Naciones Unidas y comenzar la descolonización”.
La ley Gaucho Rivero fue aplicada por primera vez el 27 de febrero de 2012 en Ushuaia, cuando se prohibió el ingreso a puerto a dos buques (Star Princess y Adonia) de bandera inglesa (red flag o enseña roja) que provenían de las Islas Malvinas. Un tercero (Balmoral) cambió su rumbo en el Pacífico y se volvió al Norte. Entre los militantes y dirigentes que exigieron que se respete la tinta aún fresca de la Declaración por Malvinas, realizada dos días antes por el ejecutivo provincial junto a las comisiones de relaciones exteriores del Congreso de la Nación se encontraba Jorge Colazo, senador nacional por Tierra del Fuego. Esa noche los patriotas no dormimos y pudimos ver a la madrugada como la luz verde de estribor de los cruceros piratas se ocultaba para mostrar la blanca de popa. Ni los agentes marítimos ni los funcionarios provinciales ni la gobernadora ni el ministro Timerman, durmieron. Porque ese 27 de febrero en el muelle de Ushuaia ¡se despertó la Patria!
“Hubo muchos que se plegaron al orden triunfante en Malvinas, en 1833. Y hubo otros que no aceptaron el yugo inglés. Por todo lo que significó Rivero y los miles de Riveros que ofrendaron sus vidas en defensa de la patria grande americana, bien vale el homenaje de nombrarlo al impulsar esta ley”, decía el diputado Miguel Montoya, veterano de guerra de Malvinas,  al presentar el proyecto que fue aprobado por unanimidad en la provincia de Chubut. “Esta ley no será letra muerta, porque los trabajadores portuarios podrán hacerla cumplir, mal que les pese a los que se pliegan al orden dominante”, advirtió.
Con la decisión británica de negar las leyes provinciales Gaucho Rivero, la lucha contra el saqueo y la usurpación ha pasado del Canal de Beagle a Puerto Madryn, al Río de la Plata y de éste, a la UNASUR. La vieja raposa no tiene defensas cuando los patriotas elegimos el momento y lugar de dar la pelea. No tenemos más tiempo ni paciencia para derrotas  que nunca son honrosas porque el saqueo colonial envenena y mata. Vamos por todo es “vamos por Malvinas”. A los que todavía creen que billetera mata galán, les vamos a demostrar que un puñado de Riveros pueden más que un rebaño de traidores. Porque somos muchos los puños de los que queremos ser como Antonio Rivero o Juana Azurduy, y a pesar del ruido que hacen, son muy pocos los que quieren ser como Cleto Cobos o Nelly Arrieta de Blaquier.
Acciones  realizadas por el colectivo patriótico Resistencia x Malvinas y el Observatorio leyes provinciales Gaucho Rivero
ü  Junio 2012: denunciamos la violación de la Ley en TDF por el buque Stena Polaris, contratado por YPF para transporte de crudo desde Río Grande hasta Puerto Rosales. A pesar de la represión y las denuncias no pudimos detener la operación, pero con movilizaciones y escraches logramos el compromiso de que YPF Argentina NO VOLVERÁ A CONTRATAR BUQUES DE BANDERA INGLESA.
ü  Julio 2012: solicitamos y obtuvimos el Salón Arturo Illia, del Congreso Nacional, para una sesión pública del Observatorio con la concurrencia de representantes de las cinco provincias y bajo la presidencia de Amado Boudou.
ü  Agosto 2012: Para el aniversario de la resistencia del Gaucho Rivero en 1833, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió las siete banderas que el Grupo Cóndor hizo flamear en Malvinas. Una de ellas es para acompañar los restos del presidente Néstor Kirchner, otra quedó en la Basílica de Itatí.
ü  Setiembre 2012: durante la Sea Trade (convención internacional de cruceros de turismo) en la Terminal Quinquela Martín del puerto de Buenos Aires logramos el compromiso de George Hill (Ministerio de Turismo), del ingeniero Falcón (AGP) y de la Prefectura Naval Argentina, de que se informaría a todos los presentes que la Ley Gaucho Rivero tiene plena vigencia.
ü  Octubre 2012: en el Hotel Bauen -recuperado por los trabajadores-, el Senador Nacional por Tierra del Fuego, Osvaldo López, presidió la primera reunión pública del “Observatorio leyes provinciales Gaucho Rivero”. La sesión fue presidida por el senador, Juan Vera, veterano de guerra de Malvinas, sobreviviente del Crucero ARA Gral. Belgrano y dirigente de ATE y CTA, y Toni López, de Resistencia x Malvinas. Además, participaron los heridos en combate Jorge Altieri y  Marcelo Wytrykuz;  sobrevivientes del legendario Grupo Cóndor y militantes y dirigentes gremiales y sociales y miembros de la conducción del MPR Quebracho. También se recibieron las adhesiones de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas y de la agrupación Pueblo en Marcha, de Federico Bernal. El objetivo del Observatorio es institucionalizar las leyes provinciales y el bloque atlántico.
ü  Noviembre 2012: realizamos presentaciones ante la PNA, Cancillería, Jefatura de Gabinete de Ministros y el gobierno provincial de TDF. Procuramos  que el decreto presidencial 256/10 -que regula el tráfico marítimo en la Cuenca de Malvinas- se ajuste a las leyes provinciales antes de conferir autorización para navegar aguas territoriales. Se realizaron escraches, una denuncia penal en la justicia federal y boicot marítimo durante seis horas a 400 pasajeros y 300 tripulantes del buque Seabourn Sojourn que violó la ley Gaucho Rivero.
ü  La queja del imperio británico ante la OMI (Organización Marítima Internacional) no fue respaldada por ninguno de los delegados de los 170 países presentes mientras que  la posición de  nuestra embajadora, Alicia Castro, fue respaldada por el bloque regional Suramericano.
ü  Diciembre 2012: Dirigentes de la Resistencia x Malvinas, Grupo Cóndor y MPR Quebracho Chubut (Trelew–Puerto Madryn) participaron en Ushuaia de la asamblea de dirigentes fueguinos junto a autoridades del puerto para reafirmar, a través de un acta, que la ley se cumplirá de forma inflexible. Los buques Vendaam, Aída Cara, Seven Seas y Regatta ya anunciaron que se someten a las leyes provinciales Gaucho Rivero, a pesar de ello, el Vendaam suspendió una recalada en Ushuaia. 

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