El 11 de marzo votan su farsa los usurpadores, en Malvinas.
Una semana antes, el 4 de marzo, en Ushuaia, votamos nosotros.
Vamos a votar si la ley Gaucho Rivero es una herramienta de defensa de la soberanía nacional por la recuperación definitiva de nuestras Islas Malvinas o es letra muerta.
La ley Gaucho Rivero, como dijimos muchas veces, no tiene espíritu ni intenciones, tiene letra y esa dice: PROHIBIDO AMARRAR BARCOS DE BANDERA INGLESA O DE CONVENIENCIA, QUE REALICEN TAREAS RELACIONADAS CON LA EXPLOTACION DE LOS RECURSOS NATURALES EN LA CUENCA DE MALVINAS.
Vamos a votar como vota el pueblo argentino, movilizados y en la calle. Unidos y organizados.
Convocamos a los compatriotas que sin diferencia de ideologías o partidos o religión expulsaron a la flotilla petrolera inglesa que contrataron Repsoly PanAmericanEnergy en 2011.
De Campana, de Mar del Plata, de Berisso y Ensenada, de Comodoro Rivadavia, de Puerto Deseado, de Rio Gallegos, de Río Grande y de Tolhuin.
Convocamos a los que creyeron en una norma jurídica que en cinco provincias ya se transformó en las cadenas de la Vuelta de Obligado del Siglo XXI.
No queremos la bandera pirata inglesa en nuestros puertos hasta que no nos devuelvan las Malvinas.
A los de Caleta Olivia, Caleta Cordova, Trelew, Puerto Madryn, Rawson, La Plata, Las Flores, Dolores, Necochea y gran Buenos Aires.
Porque NO HAY PUNTO FINAL PARA MALVINAS.
Y esta ley que con el piquete la ganamos, con el piquete la defendemos.
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