Acto frente a la Embajada Pirata

Fue primero un grupo con banderas argentinas en la esquina de Las Heras y Pueyrredón.
En ese momento, había más servicios (de la Federal) que patriotas. A eso de las tres cortamos la calle. Llegaron unos de Mar del Plata, con una caña tacuara con una bandera que flameó en Malvinas y con un redoblante. El subcomisario pidió que aflojemos con los cohetes. Y cortamos Las Heras primero y luego Pueyrredón cuando llegó la camioneta del sonido. La Marcha de Malvinas nos dió el marco. El signo de los presentes era juventud y bronca.
Como corresponde a una autoconvocatoria, el micrófono fue abierto.
Se denunuciaron los Tratados de Madrid, la deuda externa fraudulenta e ilegal, los pactos del gobierno cipayo con la Banca Barclay y la complicidad con la partida de 3500 ton de caños de petróleo en el buque inglés Thor.
Se pidió por la libertad del Almirante Busser y el Coronel Losito, rehenes de Inglaterra. Una mujer joven recriminó que una valla no nos dejara llegar hasta ese símbolo del poder imperial que es su embajada. Una señora dio un Viva al Coronel Seineldín, que fue coreado por toda la concurrencia. Todo el tiempo se recordaba a los 649 valientes.
El hambre, la miseria, la contra cultura, la pauperización tienen un responsable.
Asumimos que esta guerra nunca terminó porque Inglaterra solo ocupó la plaza de Puerto Argentino. Y que la complicidad de los gobiernos coloniales que se sucedieron no involucra al Pueblo Argentino.
Y para reafirmar este compromiso, antes de cantar el Himno Nacional y quemar un par de banderas inglesas, todos los presentes, contestaron SI JURO, a la pregunta de:
Juráis a la Patria seguir constantemente su bandera y defenderla hasta perder la vida?
Ya fuimos el doble de presentes que en la reunión anterior.
Y cada vez sumamos más.
Cada uno debe será un vocero de la Guerra Gaucha de día y un combatiente de noche.
Inglaterra repite que está preocupada por los civiles argentinos.
Esos somos nosotros.