domingo, 18 de marzo de 2012

Trascendencia histórico jurídica Ley Gaucho Rivero, por Diego Mazzieri



La ley Gaucho Rivero, es la iniciación de “una guerra total” contra la corsaria corona inglesa.
Es la respuesta cultural a todas las imposiciones en que estamos siendo sometidos a 30 años de la gesta en que, en inferioridad de condiciones, ganamos la guerra beligerante, pero perdimos la política y económica. Porque se ha ocultado que la guerra fáctica fue ganada por los valientes soldados argentinos. Para cuando Menéndez se rindió los propios ingleses reconocieron que “un soplido más y se caían”.(16)
No se podía esperar mucho de un gobierno militar que en el archipiélago decía combatir por la soberanía de Malvinas mientras en el continente le entregaba al mismo enemigo económicamente toda la soberanía nacional. Paralelismos totales con la actualidad, donde mientras se reivindica Malvinas, se reprime en Tinogasta, Famatina, La Rioja, Catamarca y San Juan, al propio pueblo que guerreara contra los capitales de la nación enemiga en 1982.
Así mismo, se habló recientemente de una “mediación” de parte de Estados Unidos, nación que violó el tratado de asistencia recíproca en 1982, como ya lo había hecho en el siglo XIX, al no responder acorde al plan Monroe cuando Inglaterra y Francia bloquean e intervienen la Argentina hasta el heroico combate de la Vuelta de Obligado, Punta Quebracho y Tonelero, donde los corrimos como desde 1806 lo venimos haciendo.
La ley Gaucho Rivero es nuestra respuesta a la “desmalvinización” impuesta por Inglaterra mediante sus lacayos políticos en Argentina. Es la respuesta al proceso por el que a tres décadas del conflicto misteriosamente comenzaron a venderse remeras con la imagen del sucio trapo de la Unión Jack, en todas las tiendas de ropa. Es la respuesta a la reciente prisión vengativa del almirante Busser y coronel Losito. Es nuestra respuesta a la atroz calumnia histórica por difamar la memoria de la heroicidad del valiente capitán Pedro Giachino, primer testimonio con su propia vida de la soberanía argentina en Malvinas, regando con su sangre el suelo para que algún día nazcan los laureles que nuestra patria merece.
Es la respuesta y reivindicación permanente al proceder de la verdadera primera mujer Presidente de la Nación, doña María Estela de Perón, que en febrero de 1976, comenzó una guerra total contra Inglaterra, hasta que el golpe liberal retomó las “relaciones carnales”.
Es la respuesta y homenaje al coronel Kadaffi, que gratuitamente nos apoyó espiritual y materialmente en 1982, coronel extinto por el mismo fuego enemigo de Argentina. (17)
Es la respuesta a las burdas películas degradatorias de nuestra insigne gesta, como “Iluminados por el Fuego”, película pro Albión realizada por agentes lacayos, en donde podrán afirmar mucho, pero nunca podrán negar ni en esa película, de quién era el fuego que iluminaba, quemaba y asesinaba, a nuestros valientes soldados.
Es la respuesta a las cipayas legislaciones como los tratados de 1825, y los tratados de rendición incondicional de 1990.
Es la respuesta a un proceso desmalvinizador comenzado por la propia dictadura con la publicación del informe Rattembach que reveló las miserias de la guerra, y es la respuesta a la posterior demokradura post 1983 que vino a ocultar las grandezas de la misma.
Es la reivindicación permanente al primer combatiente por nuestro archipiélago, el gaucho Antonio Rivero, ocultado y censurado por la masónica historia académica anglófila.
Es la respuesta de un pueblo argentino que viene a cumplir el mandato del general José de San Martín, que en fecha 19 de julio de 1816, hizo incorporar al acta de la independencia, la frase “libres de España y de toda dominación extranjera”.
En definitiva es hacer justicia para con nuestros héroes pasados, para que también nos hagan justicia a nosotros en el futuro…
Porque ya lo dijo el Padre de la Patria:
“no esperemos recompensa de nuestra fatiga y desvelos, y si solo enemigos… cuando no existamos, nuestra heredad nos hará justicia”.

16 -"¡francamente, a los argentinos les hubiera bastado un soplido para hacernos caer!" (Contralmirante Woodward). Más adelante cita: ""¿quién estaba ganando en ese momento? [Semana posterior al desembarco en San Carlos, momento en que la flota sufrió graves daños] nosotros seguro que no."
17 (el 2 de diciembre de 1982, se comete una impostura diplomática, una verdadera claudicación a los intereses y sentimientos de los argentinos. Ese día en las Naciones Unidas se votaba una resolución muy clara y terminante, referida a la descolonización de nueva caledonia, una posesión francesa en el pacífico. Los firmantes de ese proyecto no obtuvieron apoyo de argentina. Se hace la votación y el pueblo kanak la gana por 89 votos a favor, 24 en contra, y 34 abstenciones. Entre los abstencionistas está argentina, junto a la gran bretaña, en perfecto acuerdo para que una nación continúe bajo el yugo colonial que soportaba desde hace siglos.
¿Cómo pudo argentina coincidir con Inglaterra? El nombre de nuestro país se inscribió en esa oportunidad como enemigo de Nueva Caledonia respecto de su independencia sin que los argentinos se enteren.
Treinta años después el gobierno argentino reconocerá el “Consejo de Transición, impuesto manu militari por el imperialismo en Libia, aun vivo el coronel Kadaffi. Triste parodia de un cipayismo de botas, con un cipayismo de votos). Una prueba más de cómo el informe Rattenbach ya había sido dado a conocer en 1987… una forma más de demostrar cómo las “comisiones” es parte de las pastas (ñoquis) fabricada por el congreso…

Documento completo, para leer o descargar.
Diego Mazzieri: diego_mazzieri@hotmail.com

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